Realizada durante los primeros meses del aislamiento social por la pandemia de COVID-19, Bulnes es una serie que captura la intimidad forzada y extendida de una pareja encerrada en su nuevo hogar. Una semana antes del inicio de la cuarentena, Marina y José se mudaron a una casa sobre la calle Bulnes. El encierro, inesperado y prolongado, convirtió ese espacio aún desconocido en escenario exclusivo de la vida cotidiana.
Influenciado por la obra de Jeff Wall, José se propuso construir tomas escenificadas que, si bien emulan la naturalidad de lo espontáneo, se revelan como composiciones minuciosamente armadas. Esa tensión entre lo real y lo representado es uno de los ejes más potentes del trabajo: el espectador reconoce los gestos comunes —el desayuno, la lectura, las tareas domésticas, la llegada de una mascota—, pero los percibe atravesados por una teatralidad que incomoda y seduce a la vez.
En un contexto donde la vida pública se detuvo y los vínculos se replegaron al interior de los hogares, Bulnes funciona como un registro íntimo, pero también como una reflexión sobre los límites entre la documentación y la ficción, sobre el hogar como espacio escénico y sobre la forma en que habitamos los vínculos cuando todo lo demás desaparece.